Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP)

Los días 30 de noviembre y 4 de diciembre Diego Téllez, maestro de primaria e inglés del CEIP El Faro de Alicante,  dio una conferencia relacionada con el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) dentro de los encuentros de Tardes Pedagógicas.

Dicha conferencia, basada en su experiencia como docente en la Westgate School de Calgary (Canadá) durante siete años, nos sirvió para afianzar y reforzar las ganas y las expectativas de aquellos docentes que queremos y creemos que otra educación es posible.

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Su charla estuvo avalada por muchos referentes y estudios que demuestran que el ABP es una metodología de aprendizaje centrada en el alumno, adquiriendo una relevancia importante el papel del docente como facilitador. Así mismo, repensar los espacios, el tiempo y la evaluación, son requisito imprescindible para diseñar experiencias de aprendizaje auténticas y significativas. Desde esta perspectiva, el trabajo en equipo entre docentes aparece como fundamental para la mejora de la educación, tal y como demuestra John Hattie en su estudio Visible Learning.

Diego nos presentó diferentes experiencias de trabajo con ABP en el aula basadas en referentes como el Buck Institute for Education (BIE), el Proyecto Genius Hour, o el Arcade de Cane en Los Ángeles, que sirvió como punto de partida para crear un proyecto en torno al desarrollo de juegos recreativos en el aula. Este último proyecto tuvo tanto éxito, que se ha venido repitiendo los últimos cuatro años en su escuela.
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Pero si hubo algo que quedó claro en su charla fue que, además de toda la parte curricular propia del proceso de enseñanza-aprendizaje, las emociones, las vivencias y la funcionalidad del ABP hacen que todos y todas aquellas que lo han puesto en práctica hablen de un aprendizaje significativo que compensa, y con creces, el trabajo y esfuerzo que pueda conllevar su planificación y desarrollo.

La segunda parte de la conferencia giró en torno a la Evaluación Formativa y a la investigación de Dylan William, donde Diego nos explicó el uso de las rúbricas y cómo las elabora con sus alumnos y alumnas para transformar el sistema de evaluación en aprendizaje.

La emoción que transmitió Diego y la pasión con la que contó sus proyectos no dejó ninguna duda de que, más allá del trabajo con el libro de texto, el ABP es una ventana abierta en las aulas. Una ventana para dejar que el mundo de fuera entre y para dejar salir a nuestro alumnado a oler, ver, tocar, sentir y, en definitiva, vivir en contacto con su entorno, sus inquietudes y sus emociones. Porque viviendo las cosas es la mejor forma de conocerlas y amarlas, ¿o no?

Para terminar solo me queda dar las gracias a Diego porque seguro que más de uno se fue a casa con el gusanillo dentro y con ganas de teclear en google ABP.