Neuroeducación y ciencia con Lydia Sellés

El pasado 15 de febrero nos volvimos a juntar en el salón de actos del CEIP La Aneja para escuchar la charla de Lydia Sellés sobre Neuroeducación.

Antes de empezar, Lydia nos explicó que su charla iba a ser como un ovillo de lana… y que nos iba a lanzar muchas “puntas” de la madeja para hacernos reflexionar sobre muchos aspectos del ser humano (desde esa mirada holística)…

Así pues, empezó explicándonos cómo nuestro actual sistema de pensamiento nos quiere salvar constantemente de situaciones conflictivas, ya que proviene de un sistema antiguo de creencias basado en el miedo. De ahí lanecesidad de ser conscientes de ello y observarlo.

A continuación nos lanzó una “simple” pregunta… ¿Qué es un ser humano? Y con un breve experimento todos los asistentes lo dedujimos enseguida… Nos tapamos la boca con una mano, y la nariz con la otra… Evidentemente llegó un momento que no podíamos respirar. “Así es”, dijo Lydia, “un ser humano es simplemente un ser vivo que necesita oxígeno para vivir, para circular. Somos seres humanos relacionándonos con otros seres humanos de manera personal y profesional”.

Somos seres con tres cuerpos: el mental, el emocional, y el físico. Cada uno de ellos influye en el comportamiento de los otros dos. De ahí la necesidad de estar atentos, de ejercer de observadores de nuestro CUERPO MENTAL… Y ver qué influencias ejerce en los otros dos cuerpos.

Cuerpo Emocional:

La realidad puede tener muchas capas, muchos niveles de consciencia… Por eso es importante estar presentes, y conscientes de aquello que sentimos… “Si no me he enterado de la emoción que sentía, no puedo enterarme de la decisión que he tomado. Antes de una decisión o elección, hay una emoción” que nos hace decantarnos hacia uno u otro lado.

En este sentido, Lydia nos ha explicado cómo la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), en el Tratado de Lisboa del año 2000 estableció que la educación debía estar encaminada hacia la consecución de unas competencias por parte del alumnado, con la finalidad de ser más productivos para el mercado laboral… Nada que ver con tener presente el cuerpo emocional…

Cuerpo Físico:

Cuando tomo una decisión consciente es porque sé de qué emoción proviene… Y esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de relacionarnos con los demás, ya que nos relacionamos con ellos a partir de nuestros cinco sentidos.

Teniendo todo esto en cuenta, Lydia nos ha propuesto otra dinámica: escribir en un papel, para nosotras mismas, una respuesta para cada una de estas preguntas:

–  ¿Quién soy?

–  ¿Qué soy?

–  ¿Por qué?

–  ¿Para qué?

Y a continuación nos ha estado explicando diferentes aspectos sobre su proyecto Educación Circular

El deseo es el motor del ser humano. Parte de la carencia, pero debemos ver esto como algo positivo, pues es lo que nos lleva a la acción, a poner en marcha nuestra creatividad.

Debemos ser conscientes de las veces que a un niño le expresamos “da igual”, “no pasa nada”… porque de alguna manera estamos cortando ese proceso.

Luego hemos hecho otra dinámica, en la cual hemos mirado a los ojos en silencio a la persona que teníamos al lado… Tratando simplemente de “escuchar”… “Silencio significa conciencia”.

La visión representa un 85% de entrada del estímulo neuronal. Por eso es necesario de vez en cuando cerrar los ojos para dejar que el resto de sentidos tomen protagonismo.

El silencio acalla a la mente, y por eso representa respeto hacia mí misma y hacia el otro. Por eso es importante conocernos a nosotros mismos primero. Primero me tengo que “mirar” yo. Cuando yo me conozco, puedo mirar al otro desde mí, y relacionarme desde lo que yo soy.

La educación es el motor de transformación social, pero actualmente no lo está siendo con la suficiente contundencia… Para cambiar algo debemos empezar cada una por nuestra propia aula, en la relación con los niños, el espacio… No hay excusas, si queremos cambiar algo debemos hacerlo.

En este sentido debemos ser conscientes que nos movemos en un entorno que engloba tres realidades: yo, las familias, y el grupo. Nos manejamos en un espacio en el que interactuamos con diferentes grupos humanos.

De ahí la necesidad de primero conocer y reconocerme, porque sino no puedo integrar. Para relacionarme en este entorno y en este espacio, necesito cambiar mi estructura, y para poderla cambiar primero necesito conocerla.

Tal y como ha seguido explicando Lydia, somos seres BIO-PSICO-SOCIALES. Por eso no podemos seguir utilizando la potencia racional para una potencia emocional. Debemos ser coherentes entre lo que siento, pienso y hago.

Muchas veces nos encontramos en constante tensión emocional, porque nuestro cuerpo emocional está limitado, no le prestamos la suficiente atención. La realidad es nuestra, pero el ser humano con su sistema de creencias la interpreta. “¿Quién eres? ¿Lo que miras o lo que creas?”

Luego Lydia nos ha recordado que el 11 de febrero es el Día Internacional de la mujer, la niña y la ciencia, y nos ha lanzado una pregunta: “¿Qué pasa que la mayoría de mujeres somos las que estamos en educación 0-8, y estamos matando el gusto, el placer, por la ciencia?” Y nos ha invitado a que cojamos el poder, que nos empoderemos.

La inteligencia emocional tiene como función establecer relaciones y vínculos con otros seres humanos en igualdad. De ahí que sea función de las docentes el generar vínculos emocionales de calidad con nuestros alumnos y entre ellos, para poder luego generar conocimientos.

En ese sentido, Lydia nos ha invitado a que experimentemos con la ciencia desde el juego, desde la emoción, desde el placer y el gusto por la ciencia. Y a continuación nos ha estado explicando su proyecto: “Ciencia acaba en A”, donde propone diversos talleres que relacionan la necesidad de tomar conciencia sobre el ejercicio de la docencia en relación con la experimentación con la ciencia en las aulas.

Para terminar, hemos hecho un pequeño coloquio en el que hemos reflexionado y compartido dudas y nos hemos «conectado» bajo el simbolismo de un ovillo de lana que hemos lanzado de unas a otras.

Muchas gracias Lydia por todo lo que nos has hecho reflexionar sobre el ser humano, nuestro papel como docentes, las emociones y la ciencia.