Relación familia y escuela

El pasado 16 de marzo, tuvimos la ocasión de escuchar a Cecilia Martí hablarnos sobre la Pedagogía y sus implicaciones en las relaciones familia-escuela, así como en las relaciones con los niños y niñas de nuestras aulas.

Después de una breve presentación sobre sí misma, Cecilia hizo referencia a una cita de Hesíodo, poeta del siglo VII a.C.: “La educación enseña a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser”. Por ello, lo primero que tendríamos que ver en los niños son sus capacidades.

Según Ramiro Calle, hay dos tipos de personas:

–  Las biólogicas: aquellas que parece que lleven escrito un NO en la frente… Nacen, crecen, se reproducen y mueren.

–  Las biográficas: aquellas que escriben su propia vida, tienen proyectos e ilusiones, y producen cambios. Llevan escrito un SÍ en la frente y se equivocan muchísimas veces.

Aplicado a nuestro día a día en las escuelas, las personas biológicas frenan al claustro,  “chupan” la energía de las personas biográficas, ya que ellas no tienen energía para hacer cosas. Son como “vampiros” emocionales, son personas tóxicas.

“El acto de educar es un acto esencialmente optimista”, Philippe Meirieu, pedagogo.

En este día a día de educar, 3 son las partes o las dimensiones que nos ocupan: los docentes, los niños y las familias.

1.  LOS DOCENTES:

“Las emociones no se trabajan, se viven”. En este sentido, una buena idea puede ser poner en práctica una rueda matutina con los compañeros… ¿cómo venimos hoy?

Según Ángelica Olvera, “la alegría que tenemos por vivir es la energía que llevamos a las aulas”.

De igual modo, Stephen Dolley afirma “el que quiere hacer algo encuentra el medio, el que no, una excusa”.

Es importante que podamos mirar y ver a todos los niños y niñas. Hay que observar, mirar a todos los niños y niñas, pero sobre todo a los “invisibles”o “transparentes”, a aquellos que en ocasiones cuando faltan no nos damos cuenta… Es importantes decirles “yo te veo”.

En pedagogía sistémica, todo es relación y todo está interrelacionado. La vida es una inmensa trama de interconexiones y todo lo que sucede es una parte de esa red, repercute en toda ella.

En ese sentido, hay una premisa sistémica que dice: “si estamos bien con nuestros padres, estaremos bien con los padres de nuestros alumnos”. Dejamos con nuestros padres su historia y nos quedamos con lo que nos dieron: la vida, los sacrificios y renuncias que hicieron para podernos criar.

 

2.  LOS NIÑOS:

Para Bert Hellinger “el niño no es el problema, es el síntoma del problema”. Detrás de un niño difícil hay una emoción que no sabe expresar.

A un niño le llega la información de:

–  Su herencia transgeneracional

–  Su familia

–  La escuela

–  La sociedad

–  La cultura

Y en base a todo ello, tomará unas decisiones personales.

¿Cómo tejer la resiliencia y convertir las dificultades en oportunidades? (Boris Cyrulnik):

–  Crear vínculos sanos “estoy aquí para ti”

–  Sembrar amor

–  Dejar sentir al niño

–  Dejar al niño que se exprese

–  Dejar ser al niño, “sacar de él cada capacidad que tiene” (Carl Jung)

3.  LAS FAMILIAS:

Según la teoría del Eneagrama, “el alma agrdecida, aprende”. En este sentido, nuestra mirada hacia las familias ha de ser:

–  Agradecida

–  De confianza y respeto mútuo

–  Como una unidad

Esto no significa que los padres se sienten con nosotros en el aula, ni que nos digan lo que tenemos que hacer. Se trata de mirarlos con confianza, esos padres son los mejores que ese niño puede tener; y en ese sentido, las familias también deben confiar en que nosotros somos los mejores maestros que su hijo ha podido tener. Agradecer que traigan a los niños al cole, y confíen en nosotros.

Una buena idea puede ser preguntarles a las familias abiertamente ¿qué esperáis de la escuela este año? De este modo, podemos averiguar qué quieren los padres, cuáles son sus expectativas respecto a la escuela y respecto a nosotros a lo largo de todo el curso escolar.

En este sentido, es necesario que dejemos de sentirnos mejores que los padres, pues ponernos por encima de ellos no aporta. Asimismo debemos evitar decirles qué tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer, porque entonces ellos también los harán con nosotros.

La pedagogía sistémica, es un puente que une familia y escuela.

Es importante tener en cuenta que un exceso de normas neurotiza, pero que también una ausencia o carencia de ellas psicotiza.

¡Muchas gracias Cecilia por tu colaboración y por tus aportaciones!