Hoy ha sido una de esas tardes en las que vuelves a un sitio y, no solo lo re-descubres, sino que vuelves a enamorarte de sus espacios, de sus olores y de la imagen de vida que rezuman sus aulas. Así me he sentido hoy al volver a Ninos con las compañeras de Tardes Pedagógicas.
Nada más entrar nos han recibido, tal y como reciben a las familias en sus tertulias una tarde al mes, con mucho mimo, en un espacio acogedor en el que el más mínimo detalle ha sido pensado para la acogida: algo de beber y comer, velas, elementos decorativos en las mesas y folletos y escritos que resaltan aspectos importantes que tienen en cuenta en su día a día con los niños y niñas de la escuela, como la experimentación y el desarrollo de la creatividad.
Ninos nace como cooperativa a partir de un proyecto de la Universidad de Florida, en el que participan diferentes escuelas, entre ellas la que pudimos visitar en Muchamiel. «Lo fundamental en este proyecto», tal y como nos cuenta María Ceballos, coordinadora de la escuela, «es el juego, ya que los niños aprenden jugando». Por ello, como nos dice Reyes Moroño, educadora de la escuela, «ofrecemos materiales y propuestas sin dirigir las actividades y observamos lo que hacen los niños y niñas. A partir de ese encuentro con los materiales, las educadoras de la escuela proponemos nuevas experiencias que permiten a los alumnos y alumnas seguir experimentando y avanzando en su aprendizaje».
La primera parte de la tarde la hemos dedicado a visitar de manera libre el Centro y hemos podido ver y tocar las aulas y espacios comunes. La escuela está formada por los siguientes espacios interiores y exteriores:
3 aulas de 2-3 años
2 aulas de 1-2 años
1 aula de 0-2 años
Otros espacios comunes interiores:
Espacio de luz
Espacio de psicomotricidad
Espacio de experimentación y arte
Espacio de juego simbólico.
Espacios comunes exteriores:
Diferentes zonas de juego y patios 
Huerto
Después de la visita, hemos dado paso a un encuentro pedagógico, en el que nos han contado las bases de su proyecto educativo y hemos compartido experiencias e inquietudes relacionadas con la práctica docente.
Cada día, las familias acompañan a sus hijos e hijas a la puerta del aula donde son recibidos por las educadoras. Allí pueden jugar libremente en las dos o tres propuestas, que han preparado previamente las educadoras, hasta que llega el momento de reunirse en el Racó de Bon Día, momento breve en el que comparten canciones y música en gran grupo. En Ninos la ratio es de 20 niños y niñas por educadora y hay una educadora en cada aula.
En las aulas no observamos rincones, como por ejemplo el de la casita, ya que podemos encontrarlos fuera de las aulas, en los espacios comunes. Así mismo, no cuentan con un comedor para dar de comer a todos a la vez, sino que la comida se realiza en las aulas, en las que habilitan el espacio para tal fin, desplegando unas mesas fijadas a la pared.
Otro aspecto a resaltar es la relación con las familias y su participación en la escuela.
En Navidad todos los años hacen una fiesta en la que invitan a las familias a participar con sus hijos en talleres de experimentación, que preparan las educadoras en los distintos espacios comunes de la escuela.
Además, una vez al mes realizan una tertulia con las familias, en la que tocan diferentes temas relacionados con la educación y la crianza y comparten imágenes y vivencias de los niños y niñas en la escuela.
Todo ello contribuye a que, como nos cuenta Karina Vittori, orientadora del Centro, «la sensación al entrar en la escuela es de calma, no de caos, los niños tienen libertad para experimentar y no rompen ni dañan el material». Y al hilo de varios comentarios de las asistentes, nos aclara que «en ocasiones los conflictos que surgen en las aulas los generamos los docentes, sin darnos cuenta, al emplear prácticas educativas que no son apropiadas».
Gracias a todas las compañeras de Ninos, especialmente a Reyes, María y Karina, por acompañarnos esta tarde y mostrarnos con ilusión una realidad en la que los niños y niñas son los protagonistas.